sábado, 3 de septiembre de 2011


Los 10 mandamientos del ahorro de combustible

  1. Compre gasolina durante la mañana y de madrugada, cuando las temperaturas son más bajas, la gasolina es más densa. Las bombas de gasolina miden y cargan según el volumen, no según la densidad. Por la mañana, el volumen que usted compre será más denso: estará adquiriendo más gasolina sólida que vapores por el mismo dinero.
  2. Recorra antes de comprar. Los precios pueden variar incluso entre gasolineras que venden la misma marca. No es muy difícil encontrar una estación de servicio que venda su marca favorita un poco más barata. También puede ahorrar dinero pasándose a otra marca de combustible.

  3. Use las tarjetas de crédito de las gasolineras, algunas le ofrecen descuentos
  4. Cargue gasolina en las estaciones más concurridas. Las gasolineras con mucha afluencia de clientes rellenan sus tanques a menudo. Las estaciones con menos tráfico no lo hacen con tanta frecuencia, y por eso sus tanques pueden contener cierta cantidad de combustible viejo contaminado. La gasolina más vieja es pobre en rendimiento.
  5. Gire 180º la boquilla de la bomba al acabar de cargar. Esto puede añadir hasta 120ml a su tanque. Si coloca el coche con la tapa del depósito en el lado contrario al del tanque, obliga a pasar la manguera por encima del maletero. Al hacerlo, se levanta la manguera y cae toda la gasolina que has pagado; evitando que se quede en la manguera.
  6. Deje de usar gasolina de altos octanos. La gasolina de altos octanos es más cara que la normal. Si el motor de su coche no hace ruidos anormales, use gasolina normal sin plomo. Ahorrará varios céntimos por carga.
  7. No cargue el tanque hasta rebosar. La bomba de gasolina necesita tiempo para extraer la cantidad completa que usted ha solicitado. No lo hace cuando usted carga hasta el borde. Entonces, usted está desperdiciando dinero y combustible. Espere hasta que el tanque del coche se vacíe al menos hasta la mitad para volver a llenarlo.
  8. Evite los incrementos de consumo de combustible:
    • El uso del portaequipajes de techo, aún estando éste vacío, puede incrementar el consumo normal del vehículo de 2 a 35%
    • El uso del aire acondicionado aumenta entre un 10-20% el consumo de combustible.
    • Tener las ventanillas abiertas aumenta la resistencia con el aire del vehículo, aumentando con ello el consumo, ya que le cuesta más trabajo al auto avanzar. Suponen a 120 km/hora un incremento del 7%. Con el techo abierto de arriba el consumo puede incrementarse en un 10%.
    • La presión de los neumáticos por debajo de lo normal aumenta el consumo por el mayor rozamiento del vehículo con el suelo, además de desgastar más los mismos. (por cada 0,3 libras menos de presión se aumenta en un 3% el consumo)
    • Luneta térmica incrementa un 5% el gasto de combustible.
  9. En trayectos muy cortos el consumo se dispara. En estos casos es recomendable utilizar el transporte público.
  10. Estilo de conducción. Puede hacer que ahorremos hasta un 40% en combustible:
    • Arrancar el motor sin acelerar y comenzar la marcha lo antes posible.
    • Utilizar marchas prolongadas (en motores a gasolina el cambio de velocidad debe hacerse cuando estamos entre 2,000 y 2,500 revoluciones y en motores diesel entre 1,500 y 2,000).
    • Cuando estamos acelerando, se debe cambiar a la marcha más larga lo antes posible y al reducir de la manera más lenta posible. (Un motor en marcha corta y revolucionado consume mucho más).
    • Evitar velocidades elevadas con aceleraciones y deceleraciones bruscas (no tocando el freno); anticipándose a las situaciones, así mantendrás la velocidad constante. Cada kilómetro por hora que sobrepases de los 100 Km/h, aumenta el doble en tanto por ciento que si fuera a 100km/h. Por ejemplo si vas a 140 km/h estarás gastando un 80 % más de gasolina que si fueras a 100 km/h.
    • En paradas de más de 1 minuto conviene apagar el motor.

martes, 9 de agosto de 2011

Notas Automotores: Algunas estrategias para ahorrar combustible.

Algunas estrategias para ahorrar combustible.
Tomado de Revista  Motor N° 273
28 de Julio de 1999
Artículo de José Clopatofsy
ISSN 0121-9820


Algunas estrategias para ahorrar combustible.

Entre las mayores rentas que un ciudadano puede tener es la del combustible de su vehículo, sea particular o público. Con las políticas hasta ahora oficiales, cada día crece más y más la cantidad de dinero que hay que destinar para el combustible para los automotores. ¿Qué hacer? O se renuncia al vehículo automotor por medios de transporte públicos o alternativos (cosa que muy pocos estarán dispuestos a hacer) o se busca estrategias para ahorrar combustibles.

CILINDRADA=CONSUMO

El tamaño del motor  y la factura del kilometraje por galón van en relación directa. No se puede pretender tener un consistente motor de ocho cilindros en V, con 5 litros de desplazamiento o máquinas similares, que no gasten dos, tres o cuatro veces más que un pequeño motor de 1000 c.c.
Por consiguiente, a pesar de los enormes avances técnicos que se han dado en los motores, que cada vez son más eficientes y consumen menos, la ecuación de cilindrada -consumo seguirá siendo directamente proporcional.
Hay un pequeño recodo donde hay que detenerse para explicar qué puede darse el caso de motores de cilindrada media, 1.6 a 2.5 litros que,  proporcionalmente a su tamaño, consumen menos gasolina debido a que no necesitan andar siempre con el acelerador a fondo por su mayor potencia. Pero de todas maneras, la cuenta sigue los números de la cilindrada.
O sea, si sus gastos de gasolina son tan abrumadores como el tamaño de su motor, la primera solución para eso es buscar un vehículo de motor más chico y económico. Si para usted es fundamental sentirse al mando de esas máquinas, quiere decir que el placer o necesidad ahora le cuestan el doble. Nada qué hacer.

EFICIENCIA Y GASTO.

Una forma de optimizar el consumo es buscar la máxima  eficiencia de los elementos ordenadores del gasto.
Esos son, por una parte, el diseño, configuración y estado del motor, el cual cuando está en su mejor condición de sincronización, rinde toda su potencia y, por lo tanto, requiere menos acelerador y gasta menos.
El otro ordenador del débito de gasolina es el conductor, cuyo pie derecho va dictaminando el flujo de combustible al motor y el promedio de uso del tanque.
En lo primero, hay correctivos inmediatos como son una perfecta sincronización del motor y su mantenimiento preventivo para evitar que se alternen sus condiciones de trabajo tales como cambios de filtros de aire, calibración de válvulas, tiempo de encendido, etc.
En lo segundo, hay que mezclar el uso del motor con el mal uso de la gasolina. Al tenor de la física, mientras menos se oprima el acelerador, menos se gasta. Pero resulta que para el auto ande y recorra tramos importantes de  distancia a determinada velocidad, necesita un impulso, colo requiere igualmente para arrancar y subir.


CUANTO ACELERADO USAR


Mucho más de lo que uno cree, pero sin abusar hacia afuera ni hacia adentro, pues rodar el motor de manera permanente a bajos regímenes de revoluciones produce en largo plazo daños que son más caros que el ahorro de gasolina.
Eso de arrancar y poner los cuatro cambios lineales de la caja en menos de una cuadra, es dañar el motor pues este se convierte en una fábrica de carbón, hollín y residuos que van gastando todas las partes interiores, contaminan el aceite y reducen su poder lubricante.
Igualmente, sin ir más allá de lo necesario nos lleva a un gasto alto de gasolina y de frenos pues el tráfico hay que detener el vehículo con mayor precisión en el pedal si se tiene una velocidad superior al promedio  de la movilización.
Un motor, hablamos de los modernos, debe usarse como mínimo entre 3000 y 4000 revoluciones para obtener de él su máximo rendimiento y duración.
Obviamente, esto no quiere decir que entre trancones y espacios mínimos debamos convertir nuestro carro en un proyectil intimidatorio. Pero cuando se ve que la distancia por cubrir es amplia, la aceleración debe ser decidida y marginal en los espacios cortos.

Continuará...